Luego de 10 años de negociaciones y de recuperar el estatus libre de aftosa a través de la vacunación, Colombia por fin logró que China aprobara el protocolo de exportación de carne de res. Con esto, que significa que los chinos ya confían en el Invima y las plantas de sacrificio autorizadas por la entidad, el país se prepara para enviar su primer cargamento en el primer semestre de 2024.
“Después de esto viene la formalización de los certificados zoosanitarios que llevan el visto bueno de los veterinarios para la salida de los cargamentos, y el registro ante el Invima por parte de las empresas exportadoras que deseen participar”, explicó Juan Fernando Roa, gerente general del ICA.
Esta nueva puerta que se abre representa una gran oportunidad para el sector cárnico colombiano pero también grandes desafíos, pues se trata de atender un mercado de más de 1.400 millones de habitantes.
Lo que se viene
China es el primer importador del mundo de carne bovina congelada, con una participación en el mercado mundial del 43%. Y aunque su consumo per cápita anual de carne de res (8 kilos) es menor que el de Colombia (17,1 kilos), el acelerado proceso de urbanización de su población rural, el crecimiento de la clase media y la occidentalización de sus hábitos alimentarios harían que en los platos asiáticos se reemplace cada vez más la proteína de cerdo por la de res.
Estos datos, sumado a que el precio interno de la carne de res en China es de US$17,88 el kilo, mientras que en Colombia es de US$9,68, significan una gran oportunidad de negocio; sin embargo, también generan dudas alrededor de la disponibilidad de la oferta interna y los precios de la proteína, que a agosto de este año aumentaron 6,13% en su variación anual.
Sobre esto, Óscar Cubillos, jefe de planeación y asuntos económicos de Fedegán, recordó que 2008 fue el año de mayor registro de exportaciones de carne colombiana, con el envío de 148.000 toneladas, cuyo destino principal fue Venezuela. Tal dinámica, dijo, se logró con un hato ganadero de 23 millones de bovinos y un sacrificio interno formal de 3,9 millones de animales.
“Actualmente Colombia está enviando al exterior apenas unas 42.000 toneladas anuales, pero hoy tenemos un hato más grande y el consumo interno ha disminuido por lo cual el sacrificio es menor. No toda la carne que se produce en Colombia se vende aquí. Por eso nos toca buscar mercados en donde el ingreso sea mejor, aunque esto no significa que la podamos vender a cualquier precio, porque hay otros grandes competidores como Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina, que son ‘tigres’ de la ganadería”, comentó Cubillos.
Respecto a la oferta exportadora, indicó que se requerirían 140.000 toneladas de carne adicionales en el supuesto de que cada ciudadano chino consumiera al año 100 gramos de carne bovina. Por esta razón, el país debe revisar las posibilidades de aumentar la producción de carne de res.
